Estoy a falta de dos días para poner a cero la cuenta de horas de sueño que me debo y vaciar la cabeza del todo; y no quiero pensar en más allá del lunes porque me pongo de un nervioso y de un tonto que no me aguanto. Sólo sé que voy a ir al examen con el bikini puesto, en chanclas y la toalla al hombro. Chula que es una. Y el miércoles en la entrevista… si se pone el destino caprichoso: de inglés poco but everything´ll be okay. (que ya lo cantaba Bruce y nunca me lo había terminado de creer del todo).
viernes, 16 de julio de 2010
Iba a actualizar con un poema de Bukowski.
sábado, 10 de julio de 2010
Hirundo Rústica es la golondrina común
lunes, 5 de julio de 2010
Italia, 1972. Bernardo Bertolucci
viernes, 2 de julio de 2010
Mañana hace tres años
Que embarcamos en un vuelo con destino a la vida.
Revolviendo hoy entre cajones me encontré un cuaderno de viaje. Es un cuaderno verde, de ahí, el nuevo look de la cosa ésta. Digo, es una pequeña bitácora de viaje… en realidad, sólo hizo dos viajes conmigo. Pero hizo dos viajes de verdad, dos viajes con destino y rumbo directo a la vida. De uno, hace mañana tres años… del otro, falta un poquito más, pero me chiva el blog, que llegado el momento se teñirá de azul.
No es nada del otro mundo. Hay una especie de maraña de biografías breves… Cayo Julio César, Agustina de Aragón… algún que otro significado etimológico, una brevísima historia de la política Nicaragüense, unas pequeñas notas sobre la teología de la Liberación y apuntes de una salida de Campo. Me pregunto por la capacidad heredada para mezclar cosas tan dispares.
Soy una especie de desastre organizativo además de discapacitada social hecha así por la vida; así que, entre todas esas notas escritas con mala letra, sin demasiado orden… supongo que porque tampoco tenían mucha importancia. El caso, es que entre tanto garabateo y cosa estúpida, literatura mala y abigarrada, aparece intercalada, incluso encabezada la página con fecha, lugar y numerado el día, una letra cursiva y bien cuidada. De literatura anda floja, pero cuenta, emana y sobre todo transmite vida. Es el recuerdo del viaje. El documento que refleja lo poco que duran de hecho y lo mucho que suscitan cuando pasado el tiempo, eres capaz de volver a tener las mismas imágenes en la retina.
En ese momento, me he acordado de ti y sin pensarlo dos veces he cogido el móvil:
"No soy de efemérides pero mañana nos merecemos un Flor de Caña".