lunes, 15 de noviembre de 2010

Un placer, Señor Blogger.

Me pregunto dónde estaba yo, cuando paseabas a Conga por el parquecillo de minas. Probablemente nos hayamos cruzado más de una, y de dos, y de tres veces... y nos ignoramos tanto: ¡Vaya cuajo, como si nada!... y las veces que pasé por delante de la peatonal y tropecé con el portero de tu portal, ese ese, el de la bata azul chillón. O las veces que me salpicó los zapatos con el agua de fregar las escaleras. Ignoraba que cuando yo pasaba con la legaña pegada y con ganas de dormir, tú probablemente te desperezabas esperando que alguien subiera a darte los  buenos días como dios manda.

Luego está  lo de Vicente, el que me pone el café y la tostada por la mañana, que con toda su jeta, a medio día le pone las gambas a la gabardina a tu madre y al resto de la tropa. Me apetece escribirle en una servilleta: "Olé, Señora, olé" y colarla entre los Sucesos de la Nueva España. Vicente tiene el corazón dividido, pero es un tio listo y me pone el café con leche templada, aunque siempre le digo, "cuando puedas Vicente, que no tengo prisa".

Y todos los caminos, al final, nos dan vueltas, nos la juegan a cada paso, en cada cruce, en cada vuelta de esquina y de tuercas. Nos llevan todos al mismo sitio, al comienzo, al punto de partida, al origen, a la composición axiomática de la vida, a esa escuela mía. Y es que fue lo único que me atreví a balbucear el día que nos enganchamos y te fui a esperar a tu portal, un viernes a las tantas de la mañana.



Y como yo no se escribir una despedida con clase, me pongo una de aclaraciones:
  • Algunas referencias al mar porque mi abuelo era pescador y yo iba a la "cazea" o a pesar con potera desde los 11 que ya me dejaban.
  • Capitana de los vientos porque... "Noviembre se va..."
  • "Y sobre el viento la vela" porque "Marinero en tierra" fue el primer poema (y el último) que recité en la escuela y el que despertó mi gusto por el Señor Alberti.

miércoles, 10 de noviembre de 2010

Todas las floristerías tienen nombres de travelos.

Ayer hablé con un amigo de la porrona. Me dijo que no me preocupara, que era él quién que repartía las flores y los pedidos en la Plaza larga. Me lo imagino con una rosa como espada. Y en plena reconquista corriendo detrás tuyo, empuñando un ramo y que  poniendo la voz en alto (muy muy en alto, porque desde ahí cielo se ve más arriba): grita: "¡Que nin el vientu'l toque cuando pase!".

domingo, 7 de noviembre de 2010

Meravigliosa paura di averti accanto


Te digo tan pronto que te quiero como que odio hacer en DIN-A3 problemas de trafos.

lunes, 1 de noviembre de 2010

"I could read the sky"


Quel que soit le chemin que vous prenez, il sera mauvais si vous ne avec la conviction d'être ce que vous voulez pour vous-même.

Voyage sur les routes de l´âme seule est effrayant. Anthony Hopkins me fait rire.
L'élixir du bonheur habite dans la simplicité de la vie et la profondeur d'un regard sincère .

Ma vie a été un groupe merveilleux de merde