domingo, 20 de marzo de 2011

Podría llegar a tu casa recogiendo, calcetín a calcetín, todos los que voy perdiendo camino de Granada.

Y la primavera, la luna, cómo suena tu risa y un Tsunami. El día que se nos quedó pequeña tu cafetera grande y engañar a los vecinos con la con la ropa puesta encima del pijama.