Doblar cada esquina de las entresijadas calles de Quebec, esperar verte aparecer y desesperar buscándote en las calles llenas de colores, de flores, de olores, de música y de casas bajas, como las que quedan pendientes en Sevilla. Doblegarse ante la nimia intuición de que puedes ser tú. O no y quedarme sólo (gracias Sirio) con las viejas historias de estrellas. Y no es poco.
Impresionante Quebec. Impresionante tú. Impresionante ésto y mi cara cada vez que leo noticas tuyas.
Impresionante Quebec. Impresionante tú. Impresionante ésto y mi cara cada vez que leo noticas tuyas.
Feliz Otoño!!
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