Ayer hablé con un amigo de la porrona. Me dijo que no me preocupara, que era él quién que repartía las flores y los pedidos en la Plaza larga. Me lo imagino con una rosa como espada. Y en plena reconquista corriendo detrás tuyo, empuñando un ramo y que poniendo la voz en alto (muy muy en alto, porque desde ahí cielo se ve más arriba): grita: "¡Que nin el vientu'l toque cuando pase!".
Temón..."
ResponderEliminarQue bonita la última frase...
ResponderEliminar(las demás también eh? ;)
Besos!