Hace siete años podía jurar y perjurar que la distancia más corta entre dos puntos era la línea recta. Hace cuatro, me dio por explicarme que estaba equivocada y que en realidad es "la geodésica". Hoy, menos lista pero más inquieta que entonces, me basta con lo que decía, de siempre, Luis Eduarde Aute... y es que la distancia más corta entre dos puntos es la música. Y no hay ley, ni postulado que lo sostenga, pero me lío la manta a la cabeza y hago constar aquí que fruto de mis experiencias puramente empíricas se que ésto es cierto.
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