¿Título? No pongo título porque nunca haría un film de mi vida, tampoco pasaría a los anales de la historia de cine. Anales viene de año, no de ano.
Y después de todo no quedó más que el vaho en los cristales, el vapor húmedo de la sublimación* del cuerpo y las huellas de sus curvas que se borran al estirar las sábanas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario