domingo, 27 de diciembre de 2009

Reallityza la vida


Apología de mi misma... etimológicamente apol-ojética de mi misma, de ojete, de ano, de mi propio culo, a ver si en ésta intento salvarlo. Tengo un montón de sentimientos acumulados de estos días, y os digo que es realmente complicado ponerles las palabras precisas a cada uno. De hecho diría que aún tengo el mismo nudo en la boca del estómago, que no me deja sentir, ni pensar, ni escribir, ni hablarte...

Supongo que en este momento es mucho más sencillo REALLITYlizar la vida, hacer como que es la Milá quién la cuenta, hacer sangre de todo, maximizar y dramatizar al extremo, buscar en los demás o contar con los demás, incluso con los que nunca pensaste que podías hacerlo aunque puedan joderte, apolojéticamente también... digo, es preferible eso que afrontar la vida real, echársela a la espalda y tirar con ella hasta dónde nos lleve. Pienso que es imprescindible, contar con una misma y tenerse a una misma a favor, para luego valorar, de verdad, el contar con los demás. Creo que es una manifestación más del amor propio, y que en realidad la dependencia del otro, de lo que el otro piense, me diga, o me convenza que debo sentir, es una mera manera de tapar el vacío que uno mismo tiene de si mismo.

Por eso me gusta tanto la apolojética. La apolojética y curarme mis heridas... suave, despacio, poco a poco... pero hacerlo yo misma, nada de puntos de pegar que aunque estéticamente queden mejor, mi madre siempre decía que no valían para nada. Y es que a día de hoy puedo mirarme la barbilla y ver en mis siete puntos, que una vez fui niña y viví de ilusiones (igual que el tonto los cojones), y pensé que podía volar. Estaba convencida de ello y de hecho practiqué hasta abrirmela contra el suelo. Pues lo mismo. Nada de puntos de pegar. La próxima vez que haga recuento de cicatrices, quiero verme una encima de la teta, directamente proporcional, en tamaño (de la cicatriz, no de la teta) a ti o al lugar que has ocupado ahí.


miércoles, 16 de diciembre de 2009

"No es la razón la guía de la vida, sino la costumbre"

Ésto lo decía Hume. La idea que subyace en realidad viene a ser que, el conocimiento es fruto de costumbres, de la religión, de las creencias..., en la que cada individuo se ha educado, vive y ha enriquecido su persona a raíz de experciencias puntuales.
Entonces, si el conocimiento es función de... o está formado por un conjunto de ideas de rango inferior, y éstas a su vez están condicionadas por un montón de factores ideológicos, culturales... entonces, ¿no existe una idea única y separada de las demás del conocimiento?.
Por ejemplo, cuando decimos, "yo a tal persona la conozco como si la hubiera parido". En el fondo, no existe el "conocimiento" como tal de la misma, no existe una percepción objetiva de su manera de ser. La estoy percibiendo yo como quiero (como se o como me han enseñado), en base a unas ideas previas (educación, prejuicos, concepto de ser normal, ser raro, ser simpático...) que son las que nos forman, determinan y condicionan esa manera nuestra de percibir.
Hay un tópico que dice, que todos somos diferentes. Siempre lo he interpretado, desde la misma perspectiva, como que nunca encontraremos dos personas física o psicológicamente idénticas, está claro que no. Pero en realidad, yendo más allá, y reflexionando sobre ésto, una misma persona, es una persona distinta si son dos personas las que la están "percibiendo"; y pese a que haya un acuerdo (por ejemplo en que es agradable), la idea de agradable no es la misma para una y otra persona, pues el punto de partida para ambas es distinto. Y aunque fuésemos capaces de propiciar una misma infancia, una misma educación... las mismas "condiciones de contorno" para ambas, la idea de agradable que ambas perciben seguiría sin poder ser la misma, pues la idea inculcada de amabilidad, en realidad, se distorsiona por la experiencia y por las situaciones puntuales que ambas vivan.
Y sí, cualquier excusa es buena para no estar ahora mismo estudiando.

jueves, 10 de diciembre de 2009

Esto no es una entrada cualquiera, quizás sea una salida, o una vía de escape

Hace siete años podía jurar y perjurar que la distancia más corta entre dos puntos era la línea recta. Hace cuatro, me dio por explicarme que estaba equivocada y que en realidad es "la geodésica". Hoy, menos lista pero más inquieta que entonces, me basta con lo que decía, de siempre, Luis Eduarde Aute... y es que la distancia más corta entre dos puntos es la música. Y no hay ley, ni postulado que lo sostenga, pero me lío la manta a la cabeza y hago constar aquí que fruto de mis experiencias puramente empíricas se que ésto es cierto.
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martes, 8 de diciembre de 2009

¿Título? No pongo título porque nunca haría un film de mi vida, tampoco pasaría a los anales de la historia de cine. Anales viene de año, no de ano.

Y después de todo no quedó más que el vaho en los cristales, el vapor húmedo de la sublimación* del cuerpo y las huellas de sus curvas que se borran al estirar las sábanas.

* Aberración física, pero poéticamente permitdo.

jueves, 3 de diciembre de 2009

"How to save a day"

No soy de palmaditas en la espalda ni tampoco de cumplidos, me gusta llamar a las pifias, mierdas y a los logros, trabajo. No soy supersticiosa, ni tampoco creo en las casualidades, más que eso me gusta pensar en que una misma es responsable de su situación y circunstancias; si bien es cierto, que en algunos casos un golpe de suerte puede alegrarte el día. Desde niños caminamos en una dirección, nosotros elegimos el camino... hacia el pasotismo y la mediocridad caminamos solos. Nadie nos limita a exigir, ni a exigirnos, los prejuicios y las comodidades las instauramos nosotros en nuestras propias vidas. Nada es realmente injusto, si no sólo una manera de justificarse. No entiendo los fracasos como las caídas que no hacen daño, ni como meros tropiezos de los que hay que levantarse y aprender, y crecer. Los fracasos jodenquetecagas y nos forjan el caracter.
Estoy mosqueada. Estoy de malas hoy, y no sólo porque el fotógrafo me haya sacado no demasiado bien en la foto de la orla (yaaaa lo seee ninguna culpa tiene el pobre hombre, hay lo que hay), desde ese momento, mira tú que tontería, se me ha torcido un poco el día. A ver si de alguna manera lo podemos arreglar...