miércoles, 16 de diciembre de 2009

"No es la razón la guía de la vida, sino la costumbre"

Ésto lo decía Hume. La idea que subyace en realidad viene a ser que, el conocimiento es fruto de costumbres, de la religión, de las creencias..., en la que cada individuo se ha educado, vive y ha enriquecido su persona a raíz de experciencias puntuales.
Entonces, si el conocimiento es función de... o está formado por un conjunto de ideas de rango inferior, y éstas a su vez están condicionadas por un montón de factores ideológicos, culturales... entonces, ¿no existe una idea única y separada de las demás del conocimiento?.
Por ejemplo, cuando decimos, "yo a tal persona la conozco como si la hubiera parido". En el fondo, no existe el "conocimiento" como tal de la misma, no existe una percepción objetiva de su manera de ser. La estoy percibiendo yo como quiero (como se o como me han enseñado), en base a unas ideas previas (educación, prejuicos, concepto de ser normal, ser raro, ser simpático...) que son las que nos forman, determinan y condicionan esa manera nuestra de percibir.
Hay un tópico que dice, que todos somos diferentes. Siempre lo he interpretado, desde la misma perspectiva, como que nunca encontraremos dos personas física o psicológicamente idénticas, está claro que no. Pero en realidad, yendo más allá, y reflexionando sobre ésto, una misma persona, es una persona distinta si son dos personas las que la están "percibiendo"; y pese a que haya un acuerdo (por ejemplo en que es agradable), la idea de agradable no es la misma para una y otra persona, pues el punto de partida para ambas es distinto. Y aunque fuésemos capaces de propiciar una misma infancia, una misma educación... las mismas "condiciones de contorno" para ambas, la idea de agradable que ambas perciben seguiría sin poder ser la misma, pues la idea inculcada de amabilidad, en realidad, se distorsiona por la experiencia y por las situaciones puntuales que ambas vivan.
Y sí, cualquier excusa es buena para no estar ahora mismo estudiando.

3 comentarios:

  1. Esto me recuerda una conversación en Villaseca en nuestras reuniones nocturnas. Menudas discusiones teníamos, ¡que recuerdos!

    Y aunque seamos distintos, tendemos a juntarnos con aquellos con los que las afinidades sean más comunes...

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  2. ¿Por qué todo el mundo se acuerda siempre de todo y yo tengo una puñetera memoria de pez impresionante? jolines!
    De las reuniones nocturnas de Villaseca únicamente recuerdo el piscineo/cacharreo con ropa interior modelo Juana de Arco, de algodón puro de merina de la buena!

    Pero, en realidad, mi afinidad contigo no la captas tú de la misma manera, que la tuya conmigo que yo percibo...

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  3. nadie percibe igual... ni llegará el día en que eso pase

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