Cuando le suena el móvil al que se sienta en la mesa de detrás, con la misma melodía que tu alarma, sólo puedo pensar en llevarte a borriquito por la orilla de Cabo de Gata a Carvoeiro, de madrugada, en hacer ranas con las piedras planas y en despertarte a besos con todavía un pijama de cielos, estrellas y olas de espuma muy blanca.
ese es un buen plan,no creo que se pueda rechazar..
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