jueves, 28 de enero de 2010

Las guapas también pensamos.

En mi casa somos muy de escuchar la COPE. Sí, mis padres son de derechas, de derechas de los que no me han influenciado a la hora de dar mi opinión o discutirles la suya en determinados temas, a los que ellos o en la radio le dan mucho bombo. Tampoco a mi madre le han salido sarpullidos al pasar el polvo de la habitación por las banderitas de la república o la Revolución cubana (sí le saldrían al saber que lejos de ideologías políticas, lo que pasa es que me gusta mucho el ron, los mojitos y el rincón cubano). Fuera de coñas. Aunque siempre me quede un poso no intencionado de lo que he mamado, he tenido toda la libertad para moverme, expresarme... con claridad en gran parte de los espectos de mi vida.
Puede que no en todos, o no en los más importantes... pero sí en gran parte y en los que me ha interesado hacerlo. Quizás pienses al leerme, "¡uf, sólo faltaba, yo digo lo que quiero, hago lo que quiero, les guste o no, es mi vida!" (si al final dices "tía" ya me matas). A lo que voy, no es a eso. Me estoy refiriendo a que no he tenido que recurrir a esos bandazos a la hora de espresar mis opiniones o de justificarme en mis actos. Y quizás esos bandazos, son los que llevan a que dentro de unos años seas tú quién ejerza la "hegemonía patriarcal". Tampoco he sido una adolescente que ha hecho lo que ha querido con su vida, ni me he movido por caprichos, tampoco lo he querido todo, ni ser más que ésta u otra persona (no de puertas para fuera, ni en cosas materiales, en las demás sí, en las de ser mejor persona). Creo que he sido una adolescente coherente conmigo, y coherente con ellos... si bien es cierto, que algún que otro quebradero de cabeza les he dado. Quizás no he ido de vacaciones-modernas-locas-universitarias donde todo el mundo bebe mucho y folla más, de verano a Benidorm, a Ibiza... tampoco nunca me ha interesado ese tipo de turismo, nunca me ha suscitado la menor inquietud. Estoy quedando como una santa, cojones que lejos de eso, también me pillo mis cocidas... pero no me hace falta ir a Ibiza para beber barato y no llegar borracha a casa. Eso es parte, de la libertad de la que antes hablaba.
Se trata de aceptar y convivir, de enriquecerse y de compartir, de discutir y de llegar a un consenso, o no llegar, pero posicionarse, llevar la contraria, dar la lata, que hagan mella en una, que nos tambaleen los principios y por qué no, tambalear los suyos... que por sólidos y tenaces que parezcan, pueden tener grietas, que superado un cierto tamaño crítico, se propagan de manera catastrófica, tal y como explica la ecuación de Griffiht en la rotura de los materiales.
En realidad, mi casa siempre ha sido un espacio multicultural. Más allá de los tintes ideológicos, mucho más allá de eso, tengo unos padres relativamente jóvenes, no una madreamiga que me lleva a Bershka o que comemos juntas helado cuando estamos de bajón, ni un padre que le mole la vida ir a Vaqueira Beret en la Semana Blanca. Ellos son mucho más tradicionales que todo eso.
Y ahora que me pongo a pensar por qué coño estoy contando toda esta historia, me estoy dando cuenta que no quería escribir sobre ésto, pero me he puesto y cuando empiezo no paro. ¡Mierda!.
Uhmm... ahora, ahora me viene, sobre lo que yo quería hablar era sobre las lenguas oficiales de España. No lo voy a hacer porque la turra podría ser impresionante, pero bueno, simplemente el otro día escuché una noticia que me llamó bastante la atención, y me he puesto hoy a refrescar ideas sobre el tema, desde el principio, desde el artículo 3 de la Constitución Española. Y he legado a la conclusión de que esta idea nuestra de unificar lenguas y desiemprenoalcatalán... en realidad tiene su origen en base a la política nacionalista del Tercer Reich de Adolf Hitler. Evidentemente, econtrarme con esa sorpresa me ha dado para pensar un buen rato esta mañana...

3 comentarios:

  1. Ahora es dónde surge efecto el título. LLegado a este punto, no me tires cacahuetes que las monas también pensamos...

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  2. Sin duda alguna, el título lo mejor...
    serás mona...

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  3. de hacer el mono, of course...
    :P

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